La Fundación Pequeños Pasos organizó, una nueva salida con los chicos de la Fundación Götze como parte de su proyecto «Pequeños Recreos«. El domingo 20 de junio fuimos a la Granja Escuela «El Álamo».
Los 30 chicos de la Fundación Götze estaban emocionados con la idea de ir a ver animales, así que organizamos una salida a la Granja Escuela «El Álamo». Desde el principio nos pusieron solamente facilidades para la organización del plan, respetando las necesidades especiales que el grupo tenía. Por supuesto, contamos con un grupo de 20 voluntarios estupendos (muchos de ellos repetían) sin los que no habría sido posible que el día se desarrollase con tanto éxito. Pudimos repartir entre ellos nuestras nuevas camisetas de voluntarios, que han pasado a ser una de nuestras señas de identidad.
Empezamos la aventura a las 9 de la mañana en la Fundación Götze, donde nos recogió un autobús adaptado (para permitir la asistencia de personas en silla de ruedas) para llevarnos hasta Boadilla del Monte. Nos recibieron allí los monitores de la actividad, que nos dieron un recorrido por los animales: pudieron ver avestruces, ciervos, pavos reales, ponis, etc. También llevamos zanahorias y manzanas, así que pudieron darles de comer directamente… ¡estaban emocionados!
Al terminar el paseo, hicimos un taller de galletas donde los chicos pudieron moldear la masa para darles la forma que más les gustase. ¡Descubrimos que había verdaderos artistas entre ellos! Estas galletas se las llevaron al horno, y se las dieron en el autobús de vuelta, para que pudiesen merendar sus propias creaciones.
Ya había llegado la hora de comer, así que nos desplazamos a unas mesas cubiertas, donde repartimos pizzas entre todos los asistentes. Los chicos, que llevaban meses sin comer fuera de la residencia, disfrutaron muchísimo con esta comida «especial» a la que pocas veces pueden acceder.
Después de la comida llegó la actividad «Estrella» (era el nombre de la yegua): un paseo a caballo para los chicos más valientes. Los jinetes estaban entusiasmados con la posibilidad de subirse a un caballo, algo que la mayoría nunca había podido experimentar.
Para terminar, nos hicimos una preciosa foto de grupo, que nos permitirá recordar este día tan especial. Luego nos subimos todos al autobús y…¡de vuelta a casa!
¡Volvemos en Septiembre!
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